~ Ahora es aún muy pronto?
¿Es muy pronto para decirte que te quiero?
Cuánto debe uno esperar para poder decirle a la persona que te hace sonreír para decirle que se le quiere? Un par de días definitivamente es muy pronto. Un par de meses será arriesgado? Y cómo sé yo si resulta arriesgado o no si en verdad es lo que siento ahora?
¿Es muy pronto para decirte que te quiero? Respóndeme y si me dices que es demasiado rápido quizá no te lo diga nunca. En cambio si me dices que es el tiempo correcto quizá no quiera dejar de hacértelo saber.
Hace tanto que mi boca no pronuncia estas palabras, que se me ha olvidado cuando es prudente decirlas. Confieso que he estado a punto. Miro tus ojos que me hacen soñar un poco y todo lo que quisiera es tomar tu rostro entre mis manos y susurrarte que te quiero. Te abrazo fuertemente, esos abrazos que no quiero que terminen y todo lo que quisiera es hablarte al oído y decirte que te quiero. Me despido de ti con un beso triste, con la promesa de volver a verte, y el te quiero atorado en mi garganta. Cuelgo el teléfono y ahí están de nuevo las palabras, queriendo salir en el último segundo de comunicación. Y ahí se quedan atascadas.
Porque me da miedo que te asustes y salgas corriendo.
Porque me da miedo que eso que tu sientes no sea lo que yo siento, aunque yo sé que si lo es.
Porque quisiera un te quiero de vuelta a mis oídos.
Yo no sé si es muy pronto para decirte que te quiero, pero es el momento justo para escribirlo y leerlo. Y si era muy pronto, igual lo has leído ya. Y sabré tu respuesta.
Cuánto debe uno esperar para poder decirle a la persona que te hace sonreír para decirle que se le quiere? Un par de días definitivamente es muy pronto. Un par de meses será arriesgado? Y cómo sé yo si resulta arriesgado o no si en verdad es lo que siento ahora?
¿Es muy pronto para decirte que te quiero? Respóndeme y si me dices que es demasiado rápido quizá no te lo diga nunca. En cambio si me dices que es el tiempo correcto quizá no quiera dejar de hacértelo saber.
Hace tanto que mi boca no pronuncia estas palabras, que se me ha olvidado cuando es prudente decirlas. Confieso que he estado a punto. Miro tus ojos que me hacen soñar un poco y todo lo que quisiera es tomar tu rostro entre mis manos y susurrarte que te quiero. Te abrazo fuertemente, esos abrazos que no quiero que terminen y todo lo que quisiera es hablarte al oído y decirte que te quiero. Me despido de ti con un beso triste, con la promesa de volver a verte, y el te quiero atorado en mi garganta. Cuelgo el teléfono y ahí están de nuevo las palabras, queriendo salir en el último segundo de comunicación. Y ahí se quedan atascadas.
Porque me da miedo que te asustes y salgas corriendo.
Porque me da miedo que eso que tu sientes no sea lo que yo siento, aunque yo sé que si lo es.
Porque quisiera un te quiero de vuelta a mis oídos.
Yo no sé si es muy pronto para decirte que te quiero, pero es el momento justo para escribirlo y leerlo. Y si era muy pronto, igual lo has leído ya. Y sabré tu respuesta.
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