Diario de Melancolía

Comeré muchos dulces por los dias siguientes. Tantos dulces sean necesarios para mantener el nivel de azúcar en mi sangre optimo para hacerme sentir feliz. Para hacerme sentir menos triste por tu culpa. Comeré tanta azúcar tenga que comer hasta que mi corazón se haya restaurado. Ayer corrí por una dosis de endorfinas. La más rápida forma de remediar un estado profundo de tristeza es un capuccino con chocolate, con chispas, con crema, con una enorme rebanada de pastel de chocolate. Cuando se siente uno triste, hay que actuar de inmediato, correr al café mas cercano, pedir la dosis adecuada, mirar a la mesera con esa mirada que tenemos los solitarios, decirle con los ojos que tenemos roto el corazón y ella sabrá enseguida qué servirnos, urgentemente, antes de que aparezca la depresión. Hay que hacer todo por evitarla. Les prometí que mi tristeza no duraria más de un dia. A veces pienso que es únicamente mi adicción al drama, que no es que te quiera tanto. Ya una que ha vivido como ...

Me niego a convertirme en una más. No sé porque las personas mayores insisten en convencerme de que cualquier cosa es mejor que estar sola. Repito, CUALQUIER cosa. ¿Acaso están convencidos de que su vida es mejor que la mia? Pobre gente sin cerebro. Pobres mujeres que se sienten felices sólo por la seguridad que un esposo con una cartera llena de billetes les da. Pobres hombres que se sienten satisfechos porque han cumplido con la campanada que les dictaba la sociedad. Podrán atormentarme con las misma docena de preguntas cada vez que me vean. Podré seguir llegando a las mismas reuniones y les aseguro, les seguiré contestando con mi sonrisa llena de ironia que dice todo y no les dice nada. Pero me niego a convertirme en una mas. Quien me lea, se lo voy a dejar bien claro, para que nunca más me vuelva a preguntar. Quien no me lea y me vuelva a atomizar con las mismas jilipolladas (les aseguro que no sé de dónde saqué ese término), lo mandaré a leer esto: Y claro que quiero e...

Es Navidad, es de noche, llueve tan fuerte que no se escucha nada más que la lluvia golpeando todo ahí afuera e irremediablemente pienso en ti. Pienso en tus manos tan mías que me gustaría tener ahora entrelazadas. Pienso en tus besos tan dulces que hace tanto que no son míos. Pienso en tus sonrisas que me fueron robadas, que me han despreciado, que me han buscado, que me han amado. Llueve y la lluvia me recuerda a esas primeras noches que pasamos juntos  platicando. Charlando por horas de cosas que francamente no recuerdo más. Enamorándonos conforme pasaban los minutos. Llenándome de tu voz, de tus risas, de tus palabras nerviosas. Mentí hace un par de lineas, claro que recuerdo todo lo que dijimos esas noches. No dijimos nada y al mismo tiempo, nos dijimos todo. Llueve, llueve recio, y esa fuerza con la que cae la lluvia también me hace recordar que no estás mas aquí. Por lo menos no conmigo. Esa lluvia me dice cruelmente al oído, me susurra que estás ahora con algui...