~ Una Historia de Amor

Mis padres se dejaron de ver alrededor de 5 meses, después de romper su compromiso. Mi papá, fiel a sus convicciones, no quería casarse por la iglesia, puesto que no creía (nunca lo hizo) en la iglesia católica; (debo decir que no me queda claro si al final él creyó un poco en Dios con todo lo vivido y con la forma en como se despidió); mi madre, fiel a su crianza de familia y de un padre autoritario, dijo que ella sin salir de blanco, no saldría de su casa. Pues ahí acabo todo. "Entonces no sales" supongo que fué la respuesta de mi papá, al menos así lo puedo imaginar diciéndolo.

Mi mamá cuenta que desde que lo vió por primera vez en el despacho quedó impactada por su personalidad. ¿Quién es él? preguntó, "el nuevo contralor"... y por más peluca rubia que traía puesta mi mamá, mi papá (que para ese entonces era bastante creídillo y orgulloso) pasó de largo sin verla. Así pasó mucho tiempo, cuenta mi madre, hasta que al final, dió su brazo a torcer, ja! (el que persevera alcanza no?)

Y pues con anillo de compromiso guardado en lo más hondo del cajón, y con la mirada llena de tristeza ahí andaba mi madre caminando por el Centro Histórico de la Ciudad de México... ¿pueden imaginar el escenario perfecto? El Zócalo de los años 70's en todo su esplendor, la imagen en tonos sepia, las mujeres de tacón de plataforma y los hombres de traje, los autos de aquéllas épocas paseando, y mis padres cruzandose en el camino, encontrándose de frente, chocando el uno con el otro sin poderse evitar, quizá sin quererse evitar, las miradas que tiemblan y que no saben si mirar... "Está bien, vamos a casarnos por la iglesia" fue lo único que dijo mi padre.

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