~ 7 Meses

Aún queda la esperanza viva de que estás en algún lugar. Cuando llegan a mi mensajes como estos, de un libro, quizá una revista que tomé al azar, una escena vista en una pelicula que se tornaba aburrida, es cuando me doy cuenta de que tienes que estar aqui. Cerca. Cuidandonos. Es cuando recuerdo tu última sonrisa, tu ultimo suspiro que llenó nuestros corazones de paz, de amor, de fé... De fé en que hay un mundo mejor allá donde quiera que estes. De fé en que el sufrimiento se acaba. De fé en que tu aun piensas en nosotros.
De fé en que en algún  momento nos reencontraremos. 

Sé que estuviste ahi también. Porque te vi. Porque te vimos. Como siempre, sentando, observandonos, alejado de nosotros pero siempre cuidandonos de lejos. Ahi estabas lo sé. Mi madre también te vió. Mi hermano en su mirada y con su silencio me afirmó que también lo hizo. Gracias por venir. Porque aun con nuestro más grande esfuerzo por pasar cada noche como si nada pasara, aún el dolor y la tristeza siguen aqui. Queriendo escuchar tu voz. Queriendo mirar tus ojos tristes, tan tristes estos que me heredaste. Queriendo buscar tu aprobación en cada decision tomada. Queriendo escuchar tus silencios que se extrañan tanto en tu casa. 

Tantos meses, tantos y tan pocos. Y esta espina clavada aqui en mi corazon que a veces, con un movimiento fuera de lugar, vuelve a salir y a doler y a lastimar y a recordar. 

Sé que estas aqui. A veces logro ver tus señales. Se que es mejor que estés donde ahora sin sufrimiento, sin  dolor, sin enfermedad.... pero como duele no tenerte cerca. Como duelen las palabras que nunca dije. Como duelen los abrazos que dejé de darte. Como duele mi egoismo que ahora cala mi conciencia. Como duele saber que te amo tanto y que no lo hayas escuchado de mi boca. Como duele no tenerte cerca. Como duele que te hayas ido. Como duele este llanto guardado por tanto tiempo. 

Perdoname por no luchar como debia.

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