Diario de Melancolía

Esta tarde estoy sentada, frente al computador, sola en la oficina... todos se han ido - he preferido quedarme un momento sola, pensando. Aún cuando ya no quisiera pensar más. A veces sorprende cómo la vida puede cambiar en un momento. Un día eres completamente feliz, al otro, la noticia cae sobre tu mente y empieza a apagar tu corazón. Y es justo lo que no quiero que pase. Que mi corazón se vaya apagando. ¿Pero como recupero alegría si me siento tan débil, tan triste, tan sin fuerza por dentro? Necesito una luz, un guía, alguien o algo que venga a mostrarme el camino y que me de la fortaleza que busco. Necesito acumular toda la esperanza posible. Necesito ver el arcoiris que me recuerde que siempre hay un mañana.

Con muchos sueños por delante. Los mejores de mi vida, los que mas alegría me han causado... aquéllos que iluminan mis ojos de luz cada que los pienso. Sueños de vida, de grandeza, de sonrisas, de felicidad, de estabilidad, de compañia, de domingos de carnes asadas, de sabados de lecturas y risas, de noches de amigos, de partidas de poker interminables, de mil vestidos elegidos, de mil bocas pintadas, de millones de hojas escritas. Con muchos sueños por delante. Muchos sueños por cumplir. Déjame atraparlos bien fuerte... déjame sostenerlos bien fuerte, así, en mi mano.