Estar,
pero no ser.
Parecer,
pero no permanecer.
Porque algo ha robado tu esencia,
aquélla que te hacia ser,
la que tantos años te ayudó a permanecer; la que hoy no encuentras.
Pero tampoco buscas.
Sabes que no vas, que no quieres ir,
que quieres escapar y no te atreves.
-Porque no Sabes Hacia Donde-
Y entonces llegan esas personas en las que lograste permanecer y te preguntan dónde estás ahora y hacia dónde vas. Y no te reconocen. Tampoco te ayudan.
-Porque no pides auxilio-
Porque tus ojos imploran que alguien venga a sacarte de este sofoco, pero tu garganta nunca aprendió a decirlo. ¿Te hicieron fuerte no? NO. No es así. Ellos no saben interpretar tus ojos. Tu mirada. No ven el dolor dentro tuyo. No ven la tristeza. No logran reconocer el vacío.

Y esa única mirada, esos únicos ojos que podrían sacarte de
este exilio, están tan lejanos, tan distantes, tan perdidos en su propio dolor,
que no saben cuánto los necesitas ahora.

Comentarios

Kiokille dijo…
VAya. Lllegué por casualidad, y este escrito me ha llegado profundamente. GRacias por ponerlo, exponerlo.

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