Diario de Melancolía

Estoy feliz, sonriendo, disfrutando. Viviendo el momento... E irremediablemente pienso en ti. Pienso en lo maravilloso que sería que estuvieras aquí. Pienso en que quisiera estar tomada de tu mano en este momento. Pienso que quisiera que vieras esto para que lo disfrutarás también.  Quiero tomar el teléfono y llamarte, decirte que vengas, que haces falta aquí.  Mi mente vuela y finge darte un beso y acariciar tu barba.  Estoy feliz pero me falta algo. Disfruto pero me falta alguien. Vivo pero necesito ese otro pedacito para completar el rompecabezas. ¿Te sucede a ti también?

Fuerte. Certero. Nuevamente. Intenso. Trémulo de Pavor pero con deseos de aventarse a la aventura. Otra vez. Boom Boom Es mi corazón latiendo. Por ti, por mi, por nosotros. 

 Cuando todo parece derrumbarse... Puede que sea una oportunidad para el inminente cambio que tanto se esperaba.

 Correría ahora mismo hasta donde estés para tan solo abrazarte tan fuerte, tan fuerte que nunca más desearas separarte de mis brazos. Volaría y atravezaria un océano entero solo para mirarte a los ojos y decirte que todo estará bien. Que siempre lo ha estado. Te tomaría de la mano con tanta seguridad tan solo para sentir la certeza de que esa mano desea seguir sosteniendo la mía también. Soñaría de nuevo cada día con una vida a tu lado. Todo, todo tan solo si me hicieras saber que lo deseas también. 

Es mágica la sola idea de que habiendo tantos millones de personas alguien se enamore de ti. Es como si caminando en el vasto bosque alguien regresara una y otra vez a observar el mismo árbol siempre.   Más mágico aún que sea recíproco.