Diario de Melancolía

¿Has sentido el corazón como si estuviera todo apretadito dentro de un puño, estrujadito y sangrando de dolor?

Soñé contigo. La noche de anoche. Y recuerdo que mientras dormia, sabía que estaba soñando, sabía que eras tu, y dormida sonreía. Con la Sonrisa Siempre. Como siempre me dices, como siempre me invitas a estar. Como siempre estás. Y en mi sueño, (que es mi sueño también), llegabas a México... preguntabas, ¿estás con alguien? (sabes que la respuesta para ti siempre será no, porque nadie será como tu)... y entonces me decías, llego el jueves. Me hacías la más feliz. Recuerdo tus ojos, tu mirada color de kiwi, justo antes de abrazarme. Recuerdo tu sonrisa. Esa sonrisa. Recuerdo que me decías que ya todo estaba bien. Que te habias curado. Totalmente. Y te recuerdo en mi sueño. Y te recuerdo en mi vida. Dicen que soñar no cuesta nada, y que los sueños son la magia de este Universo.

No tengo nada amigo mio. No tengo a nadie. Hace mucho tiempo que he estado caminando sola. Dicen que este es el destino de las grandes Almas. Caminar solos. De qué sirve, te pregunto, de qué sirve comprender al Universo si no tenemos con quien compartirlo.

Te dejé de amar justo en el momento en que pensabas regresar. Pero mi desilusión fué más grande que el amor que alguna vez te guardé. Te dejé de amar porque tu lo hiciste cuando yo te necesité más. Te dejé de amar porque tu egoismo fue mayor que tu comprensión. Por esto, por muchas otras razones, te he dejado de amar. Ahora pareciera que te conozco de toda la vida y que jamás pasaste por mi corazón.

Desear Desear Desear Fuerte, Firme, Claro. Desear

He soñado muchas veces con nuestro reencuentro. He imaginado de mil maneras diferentes la forma en como me vas a abrazar, la forma en como te voy a besar, la manera en como nuestras miradas se perderán en los ojos del otro. He pasado mucho tiempo, muchas horas en muchos días pensando acerca de esto. Y, en un instante de objetividad, me doy cuenta de repente que estoy perdiendo el tiempo. Que nuestro reencuentro quizá no vaya a suceder jamás. Que si pasaste por aquí y cruzaste el mismo camino que mi corazón iba caminando, fue solo por casualidad. Y busco la imagen de tu ultima sonrisa; hace tanto tiempo ya. Y busco la ultima palabra, la última mirada. Busco todo eso en mi mente, en mi memoria, tan mala mi memoria... Tan traicionera también, sabe olvidarse de tu sonrisa y de tus ojos, pero cómo no se olvida de tu existencia también?!

  Una despedida es necesaria para volver a reencontrarse. Y un reencuentro, después de un momento o después de toda una vida, es algo inevitable si somos amigos de verdad.