Diario de Melancolía

La respuesta, como todas, llegó asi de repente sin que yo la buscara. Una tribu Taniuska, eso es lo que perdiste en el camino; eso es lo que te hace falta ahora para seguir adelante. Esa tribu que te empuja, que te inspira, que te mueve. Esa tribu por la que darías todo y la misma que daría todo por ti. La tribu. Nuestra tribu. Ahora, habrá que concentrarse en identificarla. Hay que escuchar al viento y dejarnos llevar... hacia el encuentro. De seguro, él también estará ahi. Esperándote. Buscándote sin siquiera saberlo. Pero eso viene de más. Una tribu. Nuestra tribu. Tu tribu.

Ey, Kiwi! ¿Sabes cuantas veces he soñado con nuestro encuentro? Siempre me imagino un escenario diferente... quién sabe, dicen que de tanto visualizar, se puede convertir en realidad. Y asi será.

Ese segundo donde sabes que has perdido toda esperanza... el último y pequeño pedazo de esperanza que quedaba en tu alma... ahi estabas con tu sonrisa estúpida, esperándo algo que te alimentará ese sentimiento aún reservado en tu corazón y lo único que pasó fue que te lo arrebataron y tiraron al suelo y pisotearon cualquier rastro que pudiera quedar de él. ¿has sentido cuando te destrozan el corazón? Lo peor, es que sé que regresaras. Estoy segura que volveras. Y aquí te voy a ver con esos ojos, esos tus ojos que tanto amé... y con esos ojos mirándome tendré que decirte que no. Y diré que no, no por venganza, ni por orgullo, ni mucho menos por odio... diré que no por desamor. Y me va a doler decirlo, porque en otro tiempo sólo esperaba por ese momento. Momento que llegará. Mientras, aquí estoy, con mis ilusiones y mis sueños rotos. Ahora si, completamente rotos.

Ayer caminaba bajo la lluvia que me tomó por sorpresa rumbo a mi casa. Y, al principio, apuré el paso cuando ella apuró la intensidad de sus gotas… la verdad es que el asunto ya no tenía remedio, no había una sola parte de mi que no estuviera cubierta por la humedad. Fue cuando me acordé de tus palabras, amigo nuevo mio, de aquéllo que dijiste que somos como magueyes que nos evaporamos; y fué cuando contesté que entonces al llover nos convertiriamos todos en tequila y bastaria con abrir nuestras bocas para probarnos, para saborearnos, para encontrarnos. Y caminé más lentamente. Y disfruté a cada uno de nosotros empapándonos. …….. y también me acordé de este: Oigo incluso cómo ríen Las montañas Arriba y abajo de sus azules laderas Y abajo en el agua Los peces lloran Y toda el agua Son sus lágrimas. Oigo el agua Las noches consumo bebiendo Y la tristeza se hace tan grande Que la oigo en mi reloj, Se vuelve pomos en la cómoda Se vuelve papel so...

~ Esto también me hace feliz. No me mantengo muy cercana a ellos ultimámente... ya saben, siempre me da por aislarme de repente, no es que no quiera estar, simplemente, me gusta a veces, hacerme de ladito y quedarme a observar... Pero cuando los vuelvo a encontrar, cuando los abrazo, cuando los escucho, cuando reimos sin parar... vaya inyección de alegria que me dan. Mis amigos mágicos, en mi lista de cosas que me hacen feliz.

Porque se que de este golpe, ya no voy a levantarme, y aunque yo no lo quisiera... voy a morirme de amor...

Ya regresé. Y no porque te haya encontrado, sino porque me encontré a mi misma. Vuelvo a este mi sitio, que nunca fue tuyo sino siempre mio pensando en ti. En ti con tus mil rostros y tus diferentes miradas, pero mio al fin. Regresé porque es de aquí de donde soy. No puedo fingir que voy para otro lado si el camino siempre termina desviándose hacia donde realmente voy. Ya regresé, espero no irme. Espero por ti, pero conmigo.